El amianto sigue matando: el Ministerio de Defensa reconoce la muerte de 83 militares por exposición al asbesto.
El amianto o asbesto es un mineral que ha sido utilizado en la construcción de edificios y en diversos productos industriales a lo largo de décadas. Sin embargo, su exposición prolongada puede tener consecuencias irreversibles en la salud de las personas, como la asbestosis, el mesotelioma pleural y el cáncer de pulmón.
Recientemente, El País ha publicado una investigación en la que se revela que el Ministerio de Defensa ha reconocido la muerte en acto de servicio de 83 militares por exposición al amianto en las últimas dos décadas. Estas cifras son alarmantes, ya que la mayoría de las personas no asocian el uso del amianto con el sector militar.
La exposición al amianto puede tener lugar en cualquier momento, ya sea en el ámbito laboral, en las viviendas antiguas o en la propia calle. Si bien existe una normativa que regula el uso de este mineral en España desde 2002, su peligrosidad no se hizo evidente hasta décadas después de que se utilizara ampliamente en la construcción.
En el caso de los militares, la exposición al amianto se ha producido mayoritariamente en la realización de reparaciones en vehículos, barcos y aviones militares, así como en la construcción de edificios en el ámbito castrense. La falta de medidas de seguridad y la falta de información sobre los efectos del amianto en la salud de aquellos que trabajan o sirven en el ejército habrían contribuido a la exposición de los militares a este mineral tóxico.
La cifra de militares fallecidos por exposición al amianto es seis veces más alta que la registrada en el Metro de Madrid, donde los trabajadores han luchado durante años para que se reconocieran las enfermedades relacionadas con el amianto como enfermedades profesionales. Esta lucha llevó a varios trabajadores del Metro a hacer huelga de hambre en 2018 para exigir la retirada del amianto en la red de transporte público madrileño.
El reconocimiento de la muerte en acto de servicio de los militares afectados por el amianto es un importante paso adelante en la lucha contra los efectos nocivos de este mineral. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para prevenir la exposición al amianto en todos los ámbitos de la sociedad y para garantizar la protección de aquellos que ya han estado expuestos.
Es necesario que se sigan desarrollando medidas para identificar y eliminar el amianto en edificios, vehículos y maquinaria, así como para garantizar la seguridad de los trabajadores que tienen que manejar este mineral. Asimismo, debe haber un esfuerzo sostenido para ofrecer una formación adecuada sobre los peligros del amianto y las medidas de seguridad a seguir a aquellos que estén en riesgo de exposición.
Solamente con una política integral de prevención y eliminación del amianto se podrá evitar que más personas sufran las consecuencias de la exposición a un mineral que, aunque fue utilizado durante muchos años, hoy sabemos que es altamente peligroso para la salud humana.
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