La bahía de Portmán: 35 años de promesas rotas y un futuro sellado bajo residuos tóxicos
Lo que alguna vez fue un paisaje idílico en la costa murciana hoy es el símbolo de un fracaso ambiental y político. La bahía de Portmán, en La Unión, carga sobre sus aguas con cerca de 60 millones de toneladas de residuos mineros, vertidos entre 1957 y 1990, en lo que se considera una de las mayores catástrofes ecológicas del Mediterráneo. Tres décadas y media después, la solución prometida sigue sin llegar, y la decisión del Gobierno de sellar los residuos en lugar de retirarlos ha colmado la paciencia de los vecinos.
"Era el momento para que todo se resolviese", lamenta María José, una residente de la zona. El 10 de abril, la Comisión de Seguimiento del proyecto de regeneración se reunió con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, alimentando brevemente la esperanza de un cambio. Pero el anuncio oficial —un sellado "in situ" de los desechos, considerados "imposibles de trasladar"— fue recibido como una puñalada. "La sentencia de muerte de la bahía", repiten hoy los unionenses.
Un plan polémico y un futuro en jaque
El Gobierno defiende su decisión: un presupuesto de al menos 50 millones de euros, la licitación de obras antes de 2026 y un sellado que, según Morán, ofrece "más garantías ambientales y de seguridad". Pero para el alcalde de La Unión, Joaquín Zapata, es "el peor día de la historia reciente de Portmán". "Con esto se hipoteca el futuro del municipio", asegura.
Los vecinos, organizados en la Liga de Portmán, insisten en que existen tecnologías para extraer los residuos sin riesgos y que el sellado "mata cualquier opción turística". "Es un lugar con potencial, pero lo han condenado", explica María José. La indignación crece al recordar que, en 2006, administraciones y ciudadanos pactaron un plan integral —retirada de tóxicos, diques y regeneración costera— que nunca se ejecutó.
Una historia de fracasos repetidos
El historial de promesas incumplidas es largo:
- 2007: El Ministerio de Medio Ambiente presupuestó 119 millones para un proyecto que nunca arrancó.
- 2015: Se licitó un plan reducido a 32,5 millones, paralizado en 2019 por un recurso judicial.
- 2021: Otro intento, otra demanda.
- 2023: El Ministerio presentó alternativas que ignoraban el acuerdo de 2006, generando rechazo unánime.
Ahora, el Ayuntamiento de La Unión elevará su protesta al Parlamento Europeo, mientras los vecinos, entre la resignación y la rabia, juran seguir luchando. "Ningún gobierno cumple aquí", sentencia María José. Mientras, bajo el mar de Portmán, 60 millones de toneladas de fracaso esperan a ser cubiertas por una solución que muchos consideran otro epitafio.