El nuevo osario-memorial de Pico Reja en el cementerio sevillano de San Fernando ha sido inaugurado con gran emoción por numerosos familiares de las víctimas de la represión franquista que han dignificado a sus seres queridos colocando claveles sobre las cajas con sus restos mortales. Durante casi un siglo, Pico Reja ocultó la mayor fosa común de España y la segunda más grande de Europa Occidental detrás de la de Srebrenica en Bosnia Herzegovina. Durante tres años, un equipo de técnicos forenses de la Sociedad de Estudios Aranzadi ha extraído más de 10.000 restos mortales de la fosa, de los cuales 1.786 son de represaliados por la dictadura franquista. Ahora estos restos yacen en el osario-memorial que se ha construido sobre la fosa para preservar y honrar la memoria de aquellos que fueron víctimas de la opresión.
La Sociedad de Estudios Aranzadi, en coordinación con la Junta de Andalucía, está en proceso de identificar a los represaliados, y para ello están utilizando técnicas avanzadas de análisis de ADN. Sin embargo, el trabajo de identificación se está llevando a cabo con mucha lentitud debido a la gran cantidad de muestras y el alto costo y complejidad del análisis del ADN antiguo. Por esta razón, todavía hay unas 450 muestras de ADN de los represaliados pendientes de análisis y se espera que este proceso se acelere para poder identificar a todas las víctimas de la dictadura franquista que fueron enterradas en Pico Reja.
Lamentablemente, muchos de los familiares de las víctimas han fallecido esperando la identificación de las muestras de ADN. Luis Naranjo, excomisionado de la Memoria Histórica, advierte que «llega tarde» y que «hay un cuello de botella en el laboratorio de Granada debido a la gran cantidad de muestras pendientes de análisis». Es fundamental que este proceso se acelere y que las instituciones inviertan más recursos para que no transcurran otros 80 años sin que se conozca la identidad de todas las víctimas de la dictadura franquista.
El osario-memorial de Pico Reja es un homenaje a aquellos que sufrieron la represión de una de las dictaduras más violentas y crueles del siglo XX en Europa. Es una forma de honrar y preservar la memoria de las víctimas y de recuperar la verdad histórica. Es fundamental seguir trabajando para que estas barbaridades no vuelvan a ocurrir y para darle a las víctimas que aún viven la reparación y justicia que merecen.
La Coordinadora por la Memoria de Andalucía ha pedido a la Junta de Andalucía que duplique el convenio con el laboratorio encargado de analizar las muestras de ADN debido a la gran cantidad de muestras pendientes de análisis. De esta manera, se espera que se acelere el proceso de identificación y que se pueda dar a todos los familiares la oportunidad de cerrar una herida que ha permanecido abierta durante décadas.
El osario-memorial de Pico Reja es un recordatorio para las generaciones presentes y futuras de que nunca debemos olvidar a las víctimas de la barbarie y la tiranía. Es un compromiso con la memoria y la verdad histórica, y un llamado a la justicia y la reparación para aquellos que sufrieron bajo el yugo de la dictadura franquista.
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